Sinatra y Jobim, cuando se alinean los astros
Los dos colosos de la música, ya consagrados, acuerdan trabajar juntos en una charla telefónica.
La llamada telefónica se efectuó entre Los Ángeles y Rio. El mito dice que Jobim estaba en el boteco Veloso de Ipanema cuando le avisan que tenía una llamada desde los Estados Unidos. Sinatra fue directamente al grano, fiel a su personalidad. “Soy Sinatra, quiero hacer un disco contigo y quisiera saber si te interesa la idea”.
Antes de esa llamada telefónica Sinatra era considerado (esta manía típicamente norteamericana de inundar con marketing absolutamente todo) “La voz del siglo”. Estaba en pareja con Mia Farrow -30 años menor que él- y era, como dijimos, la voz dorada de un país que, al menos en el campo del entretenimiento y la cultura, irradiaba su hegemonía a prácticamente todo el globo, sacando ventaja a la URSS en la ansiedad expectante que planteaba la Guerra Fría.
Las pistas fueron arregladas y conducidas por Claus Ogerman, acompañado de una orquesta de estudio.