El legado de Keith Jarrett
Keith Jarrett, quien cumplió 78 años este 8 de mayo, es considerado uno de los más grandes pianistas de la historia del jazz, con incursiones en la música clásica, como por ejemplo su recordada versión de las Variaciones Golberg (1989) Con 97 discos editados, entre ellos, su célebre Köln Concert (1975), creó una leyenda de pianista infalible, con interpretaciones casi sobrehumanas, en especial en sus actuaciones de solo piano.
Recordemos que el músico sufrió dos derrames cerebrales, el primero a fines de febrero de 2018 y el segundo, en mayo de ese mismo año, que lo dejaron parcialmente paralizado en su lado izquierdo.
En declaraciones a The New York Times, el artista reveló: “No sé cuál se supone que sea mi futuro. No me siento ahora mismo como un pianista. Eso es todo lo que puedo decir al respecto. Mi lado izquierdo todavía está parcialmente paralizado. Puedo intentar caminar con bastón, pero (mi rehabilitación) me llevó mucho tiempo; más de un año y no pienso moverme en absoluto de mi casa”.
Jarrett, un verdadero virtuoso del instrumento, tiene una de las carreras artísticas más impresionantes del jazz con incursiones en la música clásica, como por ejemplo su recordada versión de las Variaciones Golberg (1989) Con 97 discos editados, entre ellos, su célebre Köln Concert (1975), creó una leyenda de pianista infalible, con interpretaciones casi sobrehumanas, en especial en sus actuaciones de solo piano.
Precisamente, una de sus últimas actuaciones, fue el 15 de febrero de 2017, en el Carnegie Hall, de Nueva York, donde se despidió de la audiencia –según cuentan las crónicas- con los ojos húmedos de emoción. El músico ya tenía un concierto previsto en el mismo escenario para marzo de 2018, cuya suspensión su sello ECM justificó apelando a “problemas de salud”.
Ahora Jarrett decidió dar a conocer su situación: “Inicialmente, no me di cuenta de la gravedad de lo que me había sucedido. Definitivamente se me escapó, y sólo ingresé al hospital cuando los síntomas se fueron sumando”. Tras una mejora que lo llevó a ser dado de alta y refugiarse en su casa de Nueva Jersey, tuvo un segundo derrame, al parecer más grave que el primero y que por el cual debió volver a internarse.
En julio de 2018 fue dado de alta y, según contó al diario neoyorquino, hizo un uso esporádico del piano, tocando algún contrapunto diestro (el lado que quedó casi normal, tras los dos derrames). “Estaba tratando de fingir que era Bach con una mano, pero en realidad sólo fue para tocar algo”, admitió. Quizás lo más doloroso fue cuando quiso tocar algunas melodías bebop, muy familiares, descubrió que las había olvidado.